"Llegó a la Historia de España, curiosamente, por Cataluña. Antes había hecho un viaje por la península Ibérica con unos amigos, montados en un camión del ejército británico, durmiendo en pensiones de tercera o bajo el abrigo de unos olivos. Campeaba la plena miseria de los años cincuenta, durante la cual, lo que verdaderamente asombró de los españoles a John H. Elliott, que consiguió el Premio Príncipe de Asturias en 1996, fue su dignidad. Ante la pobreza, ante el hambre, ante el oprobio... “Una enorme dignidad”, recuerda, “junto a la majestuosidad de lugares como el Museo del Prado”".
Los invito a continúen disfrutando de este bello artículo publicado en el diario El País de España, en el que podrán conocer mejor a este, uno de los grandes maestros del 'oficio de historiador'.
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